¿Hasta que punto del análisis y en el análisis puede servir imaginar la gran imaginación de los compositores que estamos intentando escudriñar?
¿En que momento se puede culturizar y no dejar de lado el oyente "inculto"? ¿Es realmente el oyente alguien Inculto?
El conocimiento tiene límites, la imaginación no...
No temo a las reglas temo al libertinaje…
¿Cuales pueden ser las reglas de la imaginación, y cual la libertad del conocimiento?
¿Se volverá la música un caos a querer especificar y graficar la imaginación?
¿Que tanto puede afectar esto al oyente…?
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